"Energias Renovables" entrevista a Marc Gasulla

Recuperamos la entrevista que la revista especializada "Energías Renovables" realizó al profesor de Grado Superior Marc Gasulla

Tenemos un perfil de alumno muy heterogéneo

Ingeniero técnico industrial (29 años), Marc Gasulla es profesor de Energías Renovables en El Clot, un centro de formación profesional emblemático en Barcelona –con más de cien años de historia– que forma parte de la Fundación Jesuïtes Educació. Gasulla nos cuenta su experiencia –lleva tres años impartiendo un ciclo formativo de 2.000 horas– y cómo plantean la Formación Profesional desde las energías renovables: “nos alegra poder decir que tenemos un proyecto de educación integral para nuestros alumnos”.

■ ¿Cómo es el Ciclo Formativo de FP de Grado Superior de Energías Renovables en El Clot?

El ciclo es relativamente nuevo, este año justo ha iniciado la cuarta promoción. Consta de 2.000 horas, que se distribuyen a lo largo de dos cursos aca- démicos, por lo que la formación que ofrecemos a los alumnos es muy exten- sa y técnica. Se trata de una formación integral, ya que, al final de los estudios, nuestros alumnos son capaces de entender y diseñar todo tipo de instalaciones de producción de energía renovable desde el punto de vista del proyectista y mediante programas de cálculo específicos, pero también son capaces de llevar a cabo el montaje, el análisis y el mantenimiento de los

componentes. El “aprender haciendo”, mediante la práctica y la relación con los entornos profesionales, son dos ejes fundamentales de la FP, por lo que el ciclo se completa con 350 horas de prácticas en empresas especializadas.

■ ¿Qué tipo de alumno se acerca a este Ciclo?

Tenemos un perfil de alumno muy heterogéneo. Algunos son jóvenes de 18 años que proceden del bachillerato y prefieren un tipo de estudios más cer- cano a la realidad respecto a la oferta universitaria. Montamos instalacio- nes reales, como las que se encontrarán ellos cuando salgan a trabajar. También tenemos alumnos procedentes de la Formación Profesional de Grado Medio, con un bagaje muy importante en el trabajo “práctico”. Y, por último, tenemos alumnos que llegan desde la universidad y que no han en- contrado allí una formación tan técnica o concreta como esperaban. Esta variedad representa un reto y a la vez una oportunidad, al contar con las di- ferentes habilidades de cada uno. Existe un colectivo de alumnos que quie- ren reorientar su proyecto profesional, ya sea mediante el desarrollo de una idea de negocio propia o buscando otras vías de inserción laboral. Esto nos exige a los docentes un alto grado de responsabilidad.

■ ¿De cuántos alumnos estamos hablando por curso?

Ahora tenemos aproximadamente entre 20 y 30 alumnos en cada curso, aunque la inscripción es variable según el año. Pero también es cierto que comprobar que, a pesar de las dificultades que tiene el sector actualmente, sigue habiendo alumnos interesados y gente que sigue apostando por nuestro sector... es muy gratificante, porque sentimos que apuestan por lo mismo que nosotros: por un cambio de modelo energético en un país con un potencial renovable enorme, por una tecnología que avanza imparable y por un modelo social seguramente más equitativo.

■ ¿Dónde encaja la gente, en qué nicho laboral?

Se cubre un amplio abanico de posibilidades. Tenemos algunos exalumnos que están trabajando en Vestas, aquí, en Cataluña, y que nos cuentan que están teniendo una experiencia muy buena. Otros se han ido al extranjero temporal o permanentemente, puesto que desde el ciclo también fomenta- mos la movilidad internacional. De hecho, las prácticas en empresas pue- den realizarse en otros países mediante una beca Erasmus. También hay alumnos que han encontrado trabajo en la zona de Cataluña, en pymes o micropymes con diferentes relaciones con el sector. La demanda principal es mantenimiento: de solar, de eólica o de biomasa, que está teniendo más salida de lo que, en un principio, esperábamos. Y otros han utilizado este ciclo como una plataforma para seguir estudiando. De hecho, algunos exa- lumnos están cursando los cuatro años de Ingeniería en Energía.

■ Cuando hablamos de ciclo formativo de “energías renovables”, ¿estamos hablando de “todas” las energías renovables?

El ciclo formativo se centra especialmente en solar y eólica, puesto que son las de mayor presencia y potencial. Por ejemplo, en el ciclo se están impar- tiendo 10 horas de energía eólica a la semana; 3 de fotovoltaica en primero, y 4 en segundo. Esas son las tecnologías que se llevan el peso más impor- tante del ciclo. El currículo viene determinado por el Ministerio de Educa- ción, así como también el número de horas de cada módulo. No obstante, hay un módulo llamado precisamente “Sistemas de Energías Renovables”, que engloba a todas las otras tecnologías y en el que mostramos una visión de conjunto de todas ellas a lo largo de 165 horas: geotérmica, hidráu- lica, biomasa, hidrógeno...

■ La Escuela de El Clot presume de azotea eólico–fotovoltaica, por lo que tengo entendido...

Sí, recientemente hemos completado el montaje de nuestras instalaciones, con una participación intensiva de nuestros alumnos, y estamos muy satis- fechos del resultado final. Contamos con tres aerogeneradores de una po- tencia total de 1.300 vatios [W] y nueve módulos fotovoltaicos de 250 W ca- da uno. Disponemos de un Bornay 600 de dos palas; otro aero de seis palas, que es el más pequeñito, de 300 W de potencia; y uno de tres palas y 400 W. Con estos equipos hacemos prácticas de montaje, de análisis de componentes y de estudio de su funcionamiento, es decir, de cómo se inte- gran en la red eléctrica que tenemos acondicionada. La electricidad que ge- neran va a parar al cuarto de baterías, que comparten con la fotovoltaica. Ello nos permite realizar prácticas de análisis de carga y descarga, de régi- men de funcionamiento de los reguladores, e incluso estamos estudiando la posibilidad de una instalación híbrida solar–eólica.

■ ¿Cómo es la instalación solar fotovoltaica?

Los nueve módulos de 250 W están dispuestos en una configuración varia- ble. Los conectamos en serie o en paralelo, según nos conviene, para hacer las pruebas que queramos hacer. Los módulos, además, están situados en nclinaciones variables. Lo hicimos a propósito para analizar la influencia de la inclinación en la corriente de salida del módulo. Todas estas estruc- turas han sido montadas por los alumnos. Aparte de esos módulos, tene- mos otros, pequeñitos, de 25 W, que nos facilitan el trabajo porque los po- demos mover: hemos diseñado una estructura móvil, con unas bisagras, para trabajar con diferentes orientaciones e inclinaciones respecto del sol.

■ ¿Y qué hace El Clot con esa electricidad?

De momento únicamente nos centramos en realizar prácticas como las que comentaba anteriormente. El próximo paso será aprovecharla en la escuela y poder reducir así nuestro consumo total de energía.

Imatge
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